domingo, 8 de enero de 2012

México ya cuenta con su Monumento a la Corrupción


“Hoy tenemos un monumento con el que todos los mexicanos podemos identificarnos” anunció el Presidente de México, Felipe Calderón, en la inauguración atrasada y a la vez anticipada de “La estela de Luz”, a la que muchos le han dado el nombre de “Monumento a la Corrupción”.

México celebró el 200 aniversario del comienzo de la lucha por su independencia de España en septiembre de 2010. Con tal motivo el gobierno federal encabezado por el Presidente Felipe Calderón ordenó a una comisión encargada de los festejos a que se hiciera cargo de tan digna y honorable labor. Hubo problemas de organización desde el principio, por lo que uno de los comisionados fue removido del cargo al exponer esta realidad.

Finalmente fue el Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, el encargado de presidir la comisión de los festejos del bicentenario. A pesar de que el gobierno federal mexicano en las últimas décadas ha logrado avances significativos en el tema de la educación, como la cobertura educativa a nivel primaria que está muy cerca de alcanzar la universalidad; existen retos mayúsculos para el desarrollo del país: el diseño de programas educativos que exploten nuestra ventaja comparativa con el mundo a través de la enseñanza del inglés y el uso eficiente de las nuevas tecnologías, así como el reto de la deserción escolar que se da principalmente en el paso de educación primaria a secundaria, y entre otros, el problema del aprovechamiento escolar que no se ha traducido en una mayor productividad de los mexicanos y por ende en mejores salarios. Quizás la mayor aportación en el ámbito educativo de los gobiernos emanados del PAN (Partido Acción Nacional, partido de derecha al que pertenece el Presidente Calderón) ha sido la voluntad para aplicar una prueba universal de educación a nivel primaria y secundaria para conocer el tamaño del problema. Este es el primer paso para resolver el enorme reto educativo en México, lejos de apretar el paso parece ser que nos hemos estancado en este paso varios años frente al avance del mundo. Como si no faltara trabajo por hacer en la SEP (Secretaria de Educación Pública), la persona que encabeza esta dependencia fue la encargada de coordinar y organizar los esfuerzos para celebrar el bicentenario de la independencia de México.

El Presidente comisionó el trabajo al Secretario de Educación Alonso Lujambio, emulando el encargo que hiciera el Presidente Porfirio Díaz hace 100 años a Justo Sierra, Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes para que se encargara de los festejos del centenario de la independencia, aunque sus resultados serían muy distintos así como el trabajo y funciones que ejercieron dentro de sus respectivas secretarías.

México celebró su bicentenario en septiembre de 2010. El tamaño del gasto ejercido por el gobierno federal para el festejo y la forma en la que se ejerció fueron motivo de repudio, protesta e indignación por parte de un amplio sector de la sociedad mexicana, que a la fecha sigue en descontento con el esfuerzo llevado a cabo por la comisión de la celebración. Se gastaron un total de 667 millones de pesos (48,586,830 USD) en las celebraciones del 15 de septiembre de 2010 según reportó Alonso Lujambio frente a las comisiones unidas del Senado de la República (equivalen al costo anual de educación pública de los 44,263 alumnos de preescolar en el país). Dicha cantidad excede en 87 millones de pesos lo que en julio de 2010 presupuestó el entonces coordinador de la celebración, José Manuel Villalpando.

Lujambio hizo destacar ante el Senado que del total presupuestado de 2,838 millones de pesos (206,730,773 USD) incluidos en el fideicomiso para los festejos del Bicentenario, ocho proyectos concentraron el 75% del gasto, de entre los que se destacan la exposición México 200 Años. La Patria en Construcción en Palacio Nacional (168 millones la proyección del espectáculo de luz y sonido en la fachada del Palacio Nacional (142 millones), la infraestructura de la exposición México, un paseo por la Historia de la Expo-Guanajuato (93 millones), y un monumento en Paseo de la Reforma (una de las avenidas más representativas y simbólicas de la capital mexicana) con un costo presupuestado de 398 millones de pesos (28,991,842 USD).

Lo que estaba pensado para que fuera el monumento sería un arco que conmemorara el bicentenario de la independencia de México y que en junio de 2009 el Presidente Felipe Calderón dijo estaría listo para el 15 de septiembre de 2010, se convirtió finalmente en una estructura de 104 metros de alto y nueve de ancho, recubierta de mil 704 placas de cuarzo y edificada en un terreno de 4 mil 662 metros cuadrados: la “Estela de Luz”, entregada 15 meses después de la celebración que conmemora y con un costo adicional de 800 millones de pesos (58,275,059 USD).

Al retraso de 15 meses se suman presuntas irregularidades en la contratación de la obra. El 12 de diciembre de 2011, la Secretaría de la Función Pública (SFP) anunció que destituyó e inhabilitó a Agustín Castro Benítez, exdirector de iii-Servicios, por permitir la participación de un particular en la planeación y contratación de la obra. Dicho funcionario fue deshabilitado por 12 años para ocupar cualquier cargo público. De igual forma existe una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra tres funcionarios de la paraestatal, así como de un particular que se ostentaba como servidor público.

Las críticas hacia el proyecto por el retraso y las irregularidades asociadas, que han estado presentes desde la ausencia del monumento presupuestado, fueron en ascenso y representaron un tema de discusión en las redes sociales.

A principios de 2012 se concluyó la obra y se determinó que su inauguración atrasada sería el 8 de enero, pero las críticas y llamados a manifestarse por parte de la sociedad organizada vía twitter hicieron que el Presidente Felipe Calderón decidiera adelantar la inauguración de su atrasada obra un día antes. Estas críticas se basan en la ineficiente asignación del presupuesto de la obra y la forma en la que se ejerció, derivando en el incremento de su costo y el retraso de su entrega 15 meses después; lo que representa no sólo la incapacidad del gobierno federal para realizar obras públicas en tiempo, sino el descaro de este para presentarlo como una obra que representa el bicentenario de la independencia de México.

Hace 100 años se conmemoró la independencia de México, como se hizo ahora a sus 200 años, la diferencia radica que hace 100 años se refundó la Universidad Nacional (institución pilar para el desarrollo educativo y económico de México), se inauguró la columna de la Independencia (el ángel de la independencia) y que ahora en el bicentenario los mexicanos tenemos un monumento que representa corrupción y atraso.

Inversión en educación y construcción de monumentos emblemáticos contra gasto ineficiente y obras asociadas con corrupción: todo tiene su costo de oportunidad, lamentablemente esta generación de mexicanos no estuvo consciente del suyo.


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